
No soy la mejor decorando, pero me encantan las cosas bonitas y pintorescas. Lo que no me gusta, es que la gente se deje llevar por la decoración de su boda. Siempre soy honesta con mis parejas, y la verdad es que, al final del día, las mejores fotos de su boda no serán las que tienen todas sus decoraciones. Sé a ciencia cierta que las decoraciones de boda cuestan mucho. Hemos hecho bodas en las que se han gastado 8000 dólares en flores y otras cosas. Pero cuando elijas tus fotos para ponerlas en la pared, para hacer un álbum o para enseñárselas a la gente, las fotos que más te gustarán serán esos momentos bonitos y casuales que capturan la esencia de cómo te sentías ese día. Las fotos nunca tienen que ver con las decoraciones elaboradas y las poses preparadas. Eso no es lo que vas a elegir para poner en tu pared o en tu salvapantallas, así que yo digo, ¿para qué gastar el dinero y el tiempo? Si tienes mucho dinero y te gusta obsesionarte con pequeñeces, adelante: ponte quisquilloso con la decoración, su forma, el tono de color, claro, es tu boda. Pero yo soy una persona muy práctica y me gustan las cosas bien hechas. Cuanto más específico y puntilloso seas, menos probable sera que consigas lo que quieres, hecho como quieres, ya que esas expectativas son difíciles de alcanzar. En cambio, si tienes menos exigencias y eres más espontáneo, abierto y libre, tienes más posibilidades de que el día de tu boda sea un éxito y lo pases bien. Eso es lo que yo pienso, y es por lo que sólo hago bodas de estilo ELOPEMENT. Si tienes una boda a lo grande, al nivel del Plaza Hotel, no me llames, no soy tu chica. Pero si tienes un espíritu aventurero y espontáneo y quieres pasar un día inolvidable en Nueva York, ¡no dudes en contratarnos!